El pasado viernes 30 de marzo, (Viernes Dolores), y debido a que me faltaban varios alumnos a causa de las procesiones, y suponiendo que tendria una clase tranquila, decidi llevarme a Alba para probar como se adaptaria , ya que seria la mas pequeña y dudaba de su integracion en las clases. Pero solo tardo el tiempo de saludar y empezar el calentamiento para comenzar a sentirse comoda y disfrutar con el entrenamiento.
Pero el que mas disfruto fui yo, viendo como mi niña sigue mi DO ( mi camino), y viendo como continuamos un proyecto que empece con mucha ilusion pero con una gran incertidumbre hace mas de 3 años, en los cuales he tenido experiencia muy enriquecedora y momentos inolvidables. El grupo ha ido creciendo incorporandose nuevos compañeros, y este año hemos creado el grupo de benjamines con una mas que notable aceptacion.
Viendo a Alba entrenar pasaron por mi mente muchos pensamientos, y me detuve cuando la veia sonreir mientras aplicaba los ejercicios. Reflexione y me senti agraciado porque soy consciente de lo que disfruto junto a ella, lo que me aporta y lo que yo le aporto. No se cuanto tiempo estaremos juntos, pero lo que si se, es que el tiempo que estoy a su lado lo aprovecho al 100% como si fuera el ultimo, porque lo que dejo de disfrutar de ella es tiempo que nunca podre recuperar, intento vivir sin pensar demasiado en el futuro y centrandome en el dia a dia, me hace ser mas feliz y poder disfrutar tanto de mi familia y amigos, de mis aficiones, de mi tiempo libre, de mi soledad, de mi compañia..... pero sebre todo el poder disfrutar de mi NIÑA ALBA. Al fin y al cabo el valor de las cosas, de los momentos y/o de las personas no está en el tiempo que duran o que pasemos con ellos, sino en la intensidad con que suceden y se viven. Por eso existen momentos inolvidables, cosas inexplicables y personas incomparables